ELLA J. ROJAS
Optómetra Universidad de La Salle
Especialista Dirección de Recursos Humanos
Universidad Católica Argentina
Coach Ontológico. Neurodidáctica

El miedo de capacitar al empleado y que renuncie a la empresa

En mi experiencia como consultora y capacitadora de equipos, esta ha sido una objeción algo común, al momento de capacitar equipos de trabajo.

El temor: “Si lo capacito, el día de mañana va a ponerme la competencia” y el mayor temor de todos, que sea al frente de su óptica.

Les informo algo importante: el emprendedor, capacitado o no, siempre va a volar.

El emprendedor, no está esperando que su jefe lo capacite para tomar una decisión de ser independiente. El emprendedor, busca la manera de capacitarse, y mejor aún, el emprendedor incluso, sin capacitación, tiene una meta clara. Solo espera el momento indicado, y ese momento indicado, puede ser un mal jefe, una empresa que no le permita crecer, la falta de movilidad en el lugar en el que trabaja, e irónicamente la falta de capacitación.

Frente a ese panorama, la mejor decisión es capacitar al personal, un empleado con espíritu emprendedor, no siempre se va, si encuentra un lugar en donde desplegar sus alas, va a dar lo mejor de sí, porque ese espíritu no es estático, es dinámico, necesita movimiento y no necesariamente vuela fuera de la empresa, puede volar incluso en la suya y la beneficiada va a ser su empresa, con los resultados.

¿Qué le puede aportar un empleado emprendedor capacitado? Generar nuevas ideas, transmitir conocimiento, crear planes de crecimiento y cumplirlos, y porque no, un nuevo socio, una franquicia, hoy en día con la economía colaborativa y de redes, la facilidad de tener otra sucursal. Si, su empleado puede ser su socio en el futuro, puede ser una forma de crecer, de tener la sucursal que soñó pero que no se aventuró a crear.

Es mejor tener al personal capacitado el tiempo que estén en su empresa, para prestar el mejor servicio posible y ser competitivos, que tener empleados con poca información y presten un servicio pobre a la hora de cubrir las necesidades de sus pacientes por falta de conocimiento.

En la era de la información y la facilidad de acceso a ella, los pacientes tienen conocimiento antes de ir al consultorio, o los compradores antes de llegar a la óptica y buscan un asesor que le dé contexto a esa información que leyeron y eso, solo lo da el conocimiento.

Cuando se habla de invertir en capacitación, se piensa en los asesores de la óptica y solo en capacitación comercial y si capacitan a los optómetras solo piensan que se deben capacitar en temas específicos, solo comerciales y en otras ocasiones, solo en clínica y nuestra profesión es integral, así que la capacitación también debe serlo.

En referencia a la palabra inversión, el símbolo $$$ aparece en la mente y evita que se tomen decisiones, la realidad es que no siempre se trata de dinero. La inversión de capacitación de la empresa puede ser en tiempo. Un estudio que quiera hacer un empleado por su cuenta y requiere de algunas horas para hacerlo, un congreso al que quieran asistir, una capacitación que quiera hacer un proveedor en horario laboral y tantas otras opciones que significan inversión, que para el colaborador puede ser emocional de gran valor y para el empleador, quizás solo un poco más de gestión.

El retorno de la inversión en capacitación es claro. El valor del conocimiento es incalculable, se convierte en mejor servicio y competitividad.

Forma bien a la gente para que pueda marcharse, trátales mejor para que no quieran hacerlo. Richard Branson.

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