Hace algunos días tuve la oportunidad de compartir con los estudiantes de la Facultad de Optometría de algunas universidades  a través  de  una  conversación  – conferencia dentro de su espacio académico, conceptos que considero fundamentales y útiles para los participantes del sector salud visual que quizás habrían hecho nuestro presente mejor; ideas que aún siguen vigentes como una alternativa para cambiar positivamente.

En la presentación, no hablamos del sistema ocular, productos o algo parecido como tema  central,  la propuesta se concentró en las oportunidades que tenemos cuando pensamos en el ser humano y la vida que vive. Hubo conceptos que sorprendieron a los jóvenes asistentes, por ejemplo, cuando les hablé del amor, la filosofía de dar sin esperar, superar la ley del menor esfuerzo, ser conscientes del exceso de pensamientos y dejar de un lado el ego para darle paso al ser.

Siguiendo con esta misma línea, hicimos un análisis sobre la vida que vive el ser humano moderno: con los índices de estrés y ansiedad disparados, con más tiempos de vigilia, menos sueño, viviendo y trabajando en espacios cerrados, permanentemente expuesto a radiaciones, exceso de trabajo, poco ejercicio, malos hábitos de alimentación y sufriendo por las enfermedades modernas, por las tragedias naturales y como si estas fueran poco, por las tragedias que provocamos los seres humanos, entre otros tantos.

A esta  altura de la presentación había llamado su atención y especialmente logrado, en algunos, sensibilización. Y entonces se unieron los conceptos a la realidad de nuestro gremio. La ausencia de amor propio, les decía, es evidente en nuestra especialidad. Antes que amor, parece que nos odiamos, empezando por nosotros mismos, porque el maltrato entre nosotros, a nuestros servicios y productos es evidente. Muchos seguimos haciendo  lo mismo que los demás, damos poco y esperamos mucho más. El egoísmo no nos deja medir más allá de las puertas de nuestros establecimientos las estrategias que planeamos y así como sucede con nuestros países, hemos puesto la actividad en crisis en diferentes regiones del continente con nuestras acciones. También se evidenció como la vida moderna tiene un efecto directo sobre el sistema ocular y visual, que incluso ha llevado a enfermedades y condiciones modernas que son epidemia.

Javier Oviedo P., O.D. Twitter: @javieroviedo 

Rostros jóvenes, de mirada alegre y curiosa, llenos de sueños y ganas de vivir, agudizaron sus sentidos cuando se planteó que, en medio de lo mismo, hay una gran posibilidad de hacer realidad sus sueños en este mar de oportunidades que es nuestro sector. Cuando se evidenció la imperiosa necesidad de tomar conciencia de lo fundamental que es cada uno de ellos y su labor y la posibilidad que tienen de cambiar vidas, mejorar la actividad y generar abundancia.

Necesitamos construir  el futuro ahora, fue el cierre. Necesitamos amar, dar, compartir, reír y comprender. Se vale soñar y trabajar con la esperanza de crear una mejor realidad, porque además así es más agradable vivir.

 

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