La miopía es hoy reconocida como un problema de salud pública en el mundo, que va a afectar a billones de personas en las próximas décadas. Está muy bien documentado que la miopía patológica es una de las causas más importantes de discapacidad visual que en muchos casos puede llevar a la ceguera. Conociendo el aumento en la prevalencia de miopía y por ende de patologías oculares causadas por la misma, debemos reaccionar de manera inmediata para atender esta necesidad implementando efectiva y eficazmente las técnicas adecuadas para la prevención y ralentización de la progresión de la miopía, así como el manejo de sus posibles complicaciones.
El tomar acción en el manejo de miopía empieza por nosotros mismos, los especialistas de la salud visual, en el hecho de tomar conciencia del problema que enfrentamos y hacernos responsables del mismo. La educación y el dominio acerca de todo lo que involucra la problemática serán esenciales para la adecuada comunicación con los pacientes pediátricos y sus padres. La evaluación clínica para detectar y confirmar el diagnóstico debe realizarse preferiblemente bajo cicloplejia.
El apoyo con información fidedigna ya sea impreso o vía electrónica, que sustente los argumentos que utilizamos para explicar al paciente el porqué y la importancia del tratamiento y su proceso es fundamental para crear confianza y credibilidad. Una vez que hemos ganado la confianza de los padres y del paciente, se analiza la información obtenida durante la anamnesis, el examen clínico y el perfil del paciente para decidir cuál de las alternativas disponibles son la mejor opción de tratamiento para dicho caso.
Contamos, afortunadamente, con todas las herramientas necesarias para atender cada caso particular desde opciones con anteojos, farmacológicas y lentes de contacto. Entonces nada nos debe detener o hacer dudar de nuestro papel como responsables del cuidado primario de la salud visual de nuestros pacientes miopes.
Otra acción que se debe implementar es la comunicación al público general, realmente hay un desconocimiento total de este tema y sobre todo de la gravedad con la que puede verse afectada la población infantil y su consecuencia en la edad adulta. Nosotros los profesionales de la salud visual de forma independiente o con el apoyo de las asociaciones, colegios, gremios e instituciones debemos darnos a la tarea de informar y educar a todas las personas no solo del problema visual que causa la miopía sino de las consecuencias de no tratarlo, pero además de cómo tratarlo. Recordemos hoy en día ya no es aceptable simplemente dar la corrección a un niño miope nuestra responsabilidad es ofrecer una estrategia de tratamiento.
¡¡¡¡¡¡Actuemos ahora!!!!!!
