Una noche después de un día de trabajo visitando clientes, mi amigo y compañero de trabajo Roel Theunisse y yo nos dirigimos a tomar un trago al bar Apache. Pedimos nuestra bebida favorita whisky Bourbon. Estábamos conversando cuando observé a la persona que se sentó a nuestro lado, de inmediato me di cuenta que tenía problemas de baja visión, pero lo que más me llamó la atención, fueron las gafas que tenía puestas.

Me atreví a hablarle y le dije: amigo ¿cómo estás? Disculpa mi nombre es Julio y soy especialista en lentes oftálmicos. Te he estado observando y me doy cuenta que tienes unos anteojos mal elaborados”. A lo que me respondió, ¿explícame por qué? Le dije lo básico que tenía que saber que el espesor, peso y tamaño de su montura y lentes no eran adecuados, que podía mejorarlos.

Anteojos antiguos.

Roel se unió a la conversación y empezó la amistad entre los tres. Después con más confianza nuestro amigo –Nadeemnos explicó que era albino y cuáles eran las consecuencias de este trastorno. Roel y yo nos pusimos en acción de inmediato, esa misma noche le escribí a mi amiga Julie López, optómetra, especialista en baja visión y le expliqué la situación.
Ella me dio la cita para el día siguiente.

Nadeem estaba algo confundido, se preguntaba ¿por qué me quieren ayudar estos desconocidos?

Al día siguiente llegué a las 8.30 am por Nadeem para ir donde la Dra. Julie para que le hiciera el examen visual. Al llegar al hotel Roel y Nadeem estaban desayunando y Nadeem no podía creer que yo llegara por él. Me dijo: “Julio no puedo creer que estés aquí, pensé que todo era una broma”.

Llegamos al consultorio de la Dra. Julie, donde Nadeem estaba impresionado por la tecnología y el profesionalismo de la Dra. quien fue muy paciente y le dedicó más de una hora.

Salimos contentos y me dirigí a elaborar las nuevas gafas La fórmula no varió mucho y gracias a que escogimos la montura adecuada, lentes de alto índice y aplicamos los conceptos básicos de óptica, junto con el sistema de medidas de la montura, logramos que sus lentes quedaran muy delgados, livianos, estéticos y mejoramos su calidad visual. Todo esto lo logré con la gran ayuda de Fredy Galvis, jefe de un laboratorio en Bogotá. Ver fotos

Ese mismo día por la noche nos encontramos Roel, Nadeem y yo, para entregarle sus nuevos anteojos. Nadeem estaba feliz y muy agradecido de que su calidad de vida mejorara con algo tan sencillo.

Esta es una de tantas historias que puedes encontrar a diario. Pacientes que en verdad necesitan una solución visual, que se encuentran con personas sin escrúpulos, a los cuales lo único que les interesa es el dinero que hay de por medio, o simplemente, no tienen la capacitación adecuada para hacer los lentes, dan una solución a medias o empeoran la situación del paciente.
Dejo esta historia como reflexión para que por favor el gremio de la salud visual, no olvidemos lo básico: la decisión del material adecuado del lente, la montura apropiada, la toma de medidas y la capacitación para poder dar calidad y felicidad a los pacientes.
Los gastos de montura y lentes fueron costeados por Symcon visión.
La consulta y examen de la vista fue obsequiado por la Dra. Julie López de Baja Visión de Centro Visual Especializado

Julio Jinesta
Ingeniero Industrial especializado en tecnología para el laboratorio óptico.

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