DAVID  PIÑERO

DAVID PIÑERO
Optometrista

David Piñero optometrista de nacionalidad española, ha sido reconocido como uno de los principales expertos internacionales en diferentes áreas de su especialidad. La compañía americana Expertscape, especializada en publicar los Top Experts y el Top Institutions en el ámbito sanitario a nivel mundial, lo sitúa en los primeros puestos de la lista de expertos mundiales en un total de 13 categorías. Entre estas, segundo experto mundial en topografía de la córnea, en estudio del astigmatismo y en el estudio de las aberraciones ópticas del ojo; así como el tercer puesto en la categoría de refracción ocular. Además cuenta con una gran e intensa actividad en investigación, habiendo publicado más de 300 artículos científicos y ha participado en diversos proyectos de investigación, siendo investigador principal en cuatro de ellos y coordinador de un proyecto europeo. Además, ha recibido varios premios y reconocimientos por su trayectoria y trabajos científicos.

Se siente agradecido por ser reconocido, pero le interesa más sentir el cariño de la gente.   

Franja Visual, F.V.: Usted es reconocido como un experto en su especialidad. ¿En su juventud usted pensó en algún momento estudiar otra cosa?

David Piñero D.P.: Pues… cuando hice la secundaria, la verdad es que mi idea no era estudiar esta carrera, tenía otras ideas; aunque siempre me interesó el tema sanitario, me gustaba mucho el ámbito de la fisioterapia pero la química era una rama que también me llamaba mucho la atención. Todo cambió cuando me adapté mis primeras lentes de contacto y fue una experiencia que me llamó mucho la atención, porque me intrigó saber cómo se podía ver bien con un cristalito tan pequeño pegado al ojo, y a partir de ese momento, empezó mi locura por toda esta temática.

F.V.: ¿Cuándo se decide a estudiar Optometría?

D.P.: Me acuerdo que en el último año de secundaria me tocó hacer un trabajo bastante completo sobre una temática que nos apasionara y que nos pudiera relacionar con nuestra carrera profesional futura y yo lo hice sobre el ojo. Entre una cosa y la otra me fui encaminando y con este trabajo aprendí muchísimo y, de hecho, me pusieron matrícula de honor. Ahí empecé a leer literatura sobre la visión, el ojo, optometría… bueno ahí ya empecé a meterme en esa rama más a fondo. Y comienzo a estudiar Optometría en la Universidad de Alicante en el año de 1994.

F.V.: ¿En esa época cómo era el sector de la Optometría en su país?

D.P.: Pues a pesar de que la profesión empezaba a desarrollarse, no estaba tan avanzada como ahora, por ejemplo a nivel profesional y legislativo había muchas limitaciones, ni siquiera estaba reconocida como profesión sanitaria y en el ámbito de la investigación era muy extraño ver a un optometrista que se quería dedicar a esta, no había incentivos,  porque aún no existía la conciencia del profesional en todo nivel. Entonces el que yo quisiera hacer estudios de investigación y dedicarme a esto supuso un choque. Pero como era mi interés, luché junto con otros para que fuera una realidad.


“APRENSER A TELETRABAJAR Y ENTENDER MEJOR CUÁL ES EL IMPACTO A NIVEL VISUAL DE ESE VIRUS Y DE LOS QUE VENGAN”

F.V.: ¿Cuál fue su camino al salir de la universidad?

D.P.: Cuando acabé obtuve una beca otorgada por el Colegio Valenciano de Ópticos y Optometristas, para un proyecto en el que se pretendía becar al mejor dossier para analizar cuál era el perfil epidemiológico, con respecto a los errores refractivos, en la comunidad valenciana, donde vivía. Y comencé a ir por los colegios haciendo campañas de tamizaje, analizando la población infantil y aproveché ese tiempo para mejorar mi formación en Optometría de manera autodidacta y asistiendo a cursos especializados.

A partir de ahí surge la necesidad de hacer algo más con mi profesión, pero en ese tiempo éramos diplomados en Óptica y Optometría y esto nos impedía acceder a un doctorado, para eso tenías que ser licenciado. Entonces, se me ocurrió hacer otra carrera e hice una licenciatura en Documentación y así pude acceder al doctorado en Física e Ingeniería de Sistemas de Teoría de la Señal.

Y mientras estudiaba, hice una investigación junto con la clínica donde trabajaba, en la cual desarrollamos un modelo matemático para intentar optimizar el efecto de los segmentos de anillos intracorneales en distintos tipos de córneas ectásicas. Y ya cuando salió la nueva legislación en la que Óptica y Optometría pasaron a ser una licenciatura, pues obtuve el grado también. […]

Durante el año 1999 al año 2004, que es cuando se produce el gran boom de la cirugía refractiva y de todos los temas de córnea, dedique muchísimo de mi tiempo a la investigación en esa área, publicando bastante información al respecto, intentando entender cómo son las aberraciones de la córnea, la óptica de esta y cómo se podía modificar, intentando definir protocolos clínicos para valorar estos nuevos tipos de intervenciones y definir cómo graduar estos pacientes, y luego surgieron las lentes intraoculares multifocales y su investigación.

F.V.: ¿Cómo ha sido su vínculo con Latinoamérica?

D.P.: Mi primera experiencia curiosamente fue en Buenos Aires, Argentina, de la mano de Roberto Navarro, para hacer unas formaciones sobre terapia visual basada en la evidencia científica. Aquello fue muy satisfactorio y conocí mucha gente, a partir de ahí me empezaron a llamar de otros países: Colombia, Ecuador, Chile y fui conociendo un poco la geografía latinoamericana y entendiendo las diferencias que hay en cada país, la manera de entender la Optometría que es distinta. Me enriquecí profesionalmente, pero sobretodo me quedo con la experiencia humana, la sensación que hay algo que nos une, no solo es el idioma, es algo muy especial.

F.V.: ¿Cómo ha sido su relación con el paciente?

D.P.: Como tenía una formación muy completa desde que empecé a trabajar siempre me han tocado pacientes complejos, me explico… los primeros años de la cirugía refractiva además de encargarme del programa del láser y todo lo correspondiente, yo atendía pacientes que veían halos, con problemas por los primeros perfiles de ablación (que luego se han ido perfeccionando). Además, veía los pacientes de lentes de contacto, todas las terapias visuales y entrenamiento visual con casos muy complejos como problemas neurológicos. Pero siempre recuerdo que era muy enriquecedor, ya que siempre han sido casos muy especiales en los que he podido aportarle mucho al paciente y ellos a mí. Además he tenido una relación interdisciplinar con los oftalmólogos muy positiva.

F.V.: ¿Cuándo lo invitan a participar en su primer congreso?

D.P.: Mi primera invitación local fue de la mano de mi directora de trabajo de fin de carrera, para presentar una investigación que trataba de validar un sistema por ordenador para caracterizar la sensibilidad al contraste y determinarle un intervalo de normalidad. Lo presenté y la verdad es que pensé que iba a estar más nervioso.

La primera comunicación internacional fue en el congreso EVER de una asociación europea de investigación, en el que no había ningún español, estaba bastante nervioso y todos éramos de países diferentes y me sentí como si estuviera en el Festival de Eurovisión, pero me fue muy bien.

F.V.: ¿Cuándo comenzó su interés por  la docencia?

D.P.: Desde el principio yo daba clases de matemáticas y física para tener dinerito y ayudar a mi madre, cuando ya iba en bachiller continué haciéndolo para tener un dinero extra y siempre he participado en actividades formativas para niños y me gusta enseñar. Ahora soy docente en la asignatura de Optometría y Contactología de Clínica del Departamento de Óptica Farmacología y Anatomía, de la Universidad de Alicante.

F.V.: ¿Cómo afectó la pandemia a la investigación?

D.P.: Los proyectos se paralizaron los cuatro meses que duró el primer confinamiento, pero a partir de junio de 2020, retomamos algunas investigaciones y en septiembre las restantes. Al principio se atrasaron pero todas se han podido terminar y ya hemos iniciado nuevos proyectos. Lo que es cierto es que la investigación que te piden ahora las casas comerciales y el mercado, ha cambiado, se ha orientado más hacia el impacto que está causando el exceso de uso de pantallas digitales en los ojos.

F.V.: ¿Qué tema le interesaría dar a conocer a toda la comunidad de salud visual?

D.P.: Estamos desarrollando varias investigaciones muy interesantes, entre ellas un sistema de entrenamiento visual en realidad virtual para ambliopía.

F.V.: Siendo usted un hombre con muchas ocupaciones ¿Cómo es su vida familiar?

D.P.: Yo tengo una familia donde yo soy completamente minoría, porque todas son mujeres: mi mujer y mis dos hijas, la verdad ellas son las que mandan.(risas)  Normalmente, yo siempre lo comento y es que tienes que aprender a organizar tus tiempos de manera estricta, a tener una agenda y cada tiempo que dedicas a tu familia aprovecharlo al máximo.

F.V.: ¿Cómo ve el futuro?

D.P.: Creo que esta pandemia nos ha servido para valorar mucho más lo que tenemos. Si bien que es cierto que todavía hay cosas que debemos que reorientar, tenemos que aprender a teletrabajar y entender mejor cuál es el impacto a nivel visual de este virus, y de los que vengan, cómo podemos prevenir problemas en ese ámbito, hay que diseñar test adaptados a herramientas digitales. Igualmente, ir descubriendo muchísimos avances en el ámbito de las lentes de contacto, considero que estamos llegando a un nivel extremo de avance. A nivel de la terapia visual se seguirá profundizando en proporcionar una mayor base científica y se va a notar un increíble avance en el tema de la ambliopía, con nuevas herramientas avanzadas y tecnologías importantes. A nivel de la miopía la entenderemos mejor y creo que hay algo que va a pasar en Latinoamérica: se va a movilizar el optómetra para intentar conocer cuál es el perfil refractivo y epidemiológico en la región, porque siguen faltando estudios que nos digan exactamente cuál es la prevalencia de la miopía en estos países y además creo que va a haber más colaboración entre España y Latinoamérica.

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